Tras ser informado por Juan Grabois, abogado del Movimiento de Trabajadores Excluidos, de la situación de persecución que sufren los trabajadores del reciclado esa localidad, el Sumo Pontífice trasmitió su bendición a las familias afectadas.
El conflicto por la prohibición intempestiva del trabajo de los cartoneros decidida por el intendente de Bahía Blanca lleva varias semanas. La medida deja sin trabajo a más de 300 familias bahienses que en el marco de la Federación Argentina de Cartoneros y Recicladores (FACYR/CTEP) y con el apoyo del MTE iniciaron un plan de lucha para defender los puestos laborales.
Frente a esta situación, los cartoneros presentaron una propuesta de Reciclado con Inclusión Social para formalizar la actividad y remplazar el trabajo con carros a caballo por otra modalidad más adecuada. Cosecharon el apoyo del Consejo Deliberante de Bahía Blanca que con 16 votos sancionó una ordenanza en respaldo a los trabajadores.
Los cartoneros exigen un proceso de transición ordenado que les permita reconvertir su actividad sin perder ingresos y mejorando las condiciones de labor. Esto implica acceso a un ingreso básico equivalente al Salario Mínimo Vital y Móvil más un incentivo por productividad. También exigen obra social, seguro de accidentes, implementos de higiene y seguridad y una guardería para erradicar el trabajo infantil.
El intendente Balvequia, sin embargo, vetó la norma. Asimismo, a horas de entrar en vigor la prohibición del trabajo cartonero, comenzó una campaña de hostigamiento de los punteros políticos que responden a la intendencia en las barriadas bahienses, en especial en el Barrio El Caracol, para amedrentar a los trabajadores y a los militantes que los acompañan, en su mayoría integrantes de el Grito y un grupo parroquial salesiano.
En ese contexto, Grabois informó la situación al Papa Francisco quien a la brevedad se comunicó con él para solidarizándose con los trabajadores, haciéndoles llegar su “saludo y bendición” y expresando que reza por ellos y sus familias. El vínculo entre Francisco y los cartoneros se remonta a su paso por el Arzobispado de Buenos Aires cuando junto al Movimiento de Trabajadores Excluidos denunció la peculiar combinación de explotación, persecución y desamparo que rige la actividad. Rememorando sus palabras en una de las últimas misas junto a los cartoneros, nos decía «En esta ciudad está prohibida la tracción a sangre, entonces si van con el carrito al centro les confiscan el burrito o el caballo. Pero todas las noches veo carritos cargados de cartones y tirados por chicos, ¿eso no es tracción a sangre?».
Así, Jorge Bergoglio acompañó el proceso de organización y lucha de los cartoneros porteños que lograron la formalización de más de 4000 trabajadores, la apertura de diversas guarderías para erradicar el trabajo infantil y otras importantes reivindicaciones. Durante su ceremonia de asunción como Papa, invitó y colocó en un lugar privilegiado a Sergio Sanchez, líder de la Federación de Cartoneros. Asimismo, grabó diversos mensajes para estos trabajadores señalando su rol en el cuidado del ambiente («Cuando ustedes reciclan, hacen dos cosas: un trabajo ecológico y una producción que confraterniza y le da dignidad a su trabajo. Son creativos en la producción y son igualmente creativos en la custodia de la tierra y el mundo con esta dimensión ecológica»)